El grupo ha recibido reiterados ataques a sus hogares, a sus familiares e incluso han sido vĆctimas de amenazas de muerte e intentos de secuestro.

La comunidad Mapuche Huilliche Cacique Pairo de Apeche de la comuna de Queilen en la isla de ChiloĆ© busca dar a conocer su caso y asĆ encontrar el apoyo de las autoridades tras una serie de ataques recibidos por distintas integrantes de su grupo. Encabezadas por la cacique Oriana OyarzĆŗn Teca, de 20 aƱos, han tomado la decisiĆ³n de buscar ayuda enĀ organizaciones socioambientales e instituciones, para dar a conocer los ataques y amenazas con los que deben convivir diariamente.
Desde que la cacique Oriana tomĆ³ el lugar de su abuela como representante de la comunidad, ha sido vĆctima de un intento de secuestro, ataques en la vĆa pĆŗblica y hostigamiento por parte de grupos de desconocidos, pero que suponen tienen relaciĆ³n con las labores de defensa del medio ambiente que realiza su comunidad, al oponerse a la tala ilegal e indiscriminada de bosque nativo en el suroeste de ChiloĆ©.
Antecedentes histĆ³ricos
Desde tiempos coloniales, existen familias de origen mapuche-huilliche que han habitado los distintos sectores de la isla de ChiloĆ©. Las machullas (familias) vivĆan en grandes comunidades, trabajaban la tierra y ejercĆan economĆa de subsistencia con los recursos que lograban reunir y desarrollar en la zona.Ā
A principios del siglo XIX la corona espaƱola entregaba tĆtulos de dominio comunitario a las machullas representadas por caciques, reconocidos en el Tratado Internacional de Tantauco, firmado entre Chile y la corona espaƱola en 1826, en los que se incluye al cacique Patricio Pairo LlancalahuĆ©n, de quien desciende la familia Nauto Pairo de la Comunidad Pairo de Apeche. A inicios del siglo XX, la RepĆŗblica de Chile usurpĆ³ territorios ancestrales, vulnerando lo establecido en los puntos 6 y 7 del Tratado de Tantauco. Esto diĆ³ inicio a una serie de conflictos por el reconocimiento de tierras ancestrales que sigue hasta la actualidad.
La comunidad Pairo de Apeche
Desde inicios de siglo que la comunidad se ha visto enfrentada a personas que buscan sacar rĆ©ditos econĆ³micos de los bosques de la zona de Apeche, que corresponden a territorio ancestral mapuche-huilliche, y que estĆ” en constante amenaza debido a la tala ilegal y deforestaciĆ³n de zonas que presenta una importante valor natural por su biodiversidad.
La comunidad mapuche-huilliche Cacique Pairo de Apeche estĆ” conformada casi en su mayorĆa por mujeres, de distintas edades y cuya organizaciĆ³n interna tambiĆ©n la encabezan mujeres y todas tienen algo que contar respecto a distintos tipos de violencia que han sufrido en los Ćŗltimos aƱos.Ā
SeƱalan que desde aproximadamente 15 aƱos, Idalba Naruto Pairo, quien fue la anterior cacique de la comunidad, ha sido amedrentada y atacada reiteradas veces, tanto fĆsica como psicolĆ³gicamente por una de sus hijas, Gloria Teca Naruto y su esposo Santiago NaguelquĆn, quienes buscaron expulsarla de su territorio para hacer usufructo de la flora nativa del sector. Idalba y el resto de su familia han sido violentadas repetidamente desde entonces, llegando a ser vĆctimas de un ataque incendiario en su hogar, registrado el 10 de marzo de 2010, perpetrado por Santiago NaguelquĆn, Gloria Teca y Juan Carlos Teca, hecho que quedĆ³ constatado en una denuncia en fiscalĆa.Ā
Durante los siguientes aƱos, continuaron registrĆ”ndose ataques e incluso amenazas de muerte en contra de Idalba. Lamentablemente, esta es una realidad que sigue ocurriendo.Ā
Ataques graves contra comunidad indĆgenaĀ

SegĆŗn informan desde la Comunidad Pairo de Apeche, los conflictos en la zona llevan aƱos desarrollĆ”ndose. Principalmente, por defender el bosque nativo del sector, lugar de amplia relevancia histĆ³rica y ancestral para el pueblo mapuche y huilliche.Ā
En Agosto de 2023, en la casa de Idalba Naruto, fue atacada la actual cacique de la comunidad, Oriana OyarzĆŗn Teca, por un hombre que portaba una motosierra. Posteriormente, siguiĆ³ siendo amenazada y hostigada por personas en camionetas y camiones que circulan por sectores cercanos a su hogar, quienes le gritan que āseguirĆ”n sacando leƱaā y āque no sacan nada con denunciarā, como consta en las denuncias hechas por la comunidad ante el ministerio pĆŗblico.
La cacique Oriana tomĆ³ el puesto que dejĆ³ su abuela como cacique de la comunidad tras un ACV que sufriĆ³ luego de un ataque incendiario en su hogar. Ya como cacique, Oriana sufriĆ³ un intento de secuestro cuando se dirigĆa al centro de Queilen, cuando fue interceptada por una camioneta con desconocidos que intentaron subirla a la fuerza al vehĆculo, hecho que fue impedido por familiares que la acompaƱaban. Luego, serĆa atacada por un hombre que portaba una motosierra mientras le gritaba āte vamos a matar por andar denunciandoā.Ā
La lamien Ingrid Guala Chiguay es constantemente acosada y hostigada junto a su familia por oponerse a la tala ilegal de Ć”rboles en las cercanĆas de su hogar. Patricia Teca Nauto, consejera de la comunidad, denunciĆ³ pĆŗblicamente al alcalde de Queilen Carlos Vargas y al concejal Octavio BarrĆa luego de que, durante un reciente consejo municipal transmitido de manera online y del cual hay evidencia audiovisual, se burlaran de Patricia haciendo alusiĆ³n al chiƱeto (o tambiĆ©n conocido como tralilonco) y del apellido indĆgena de la consejera, un hecho que corresponde a una falta de respeto gravĆsima por parte de dos autoridades locales y que denota una falta de compromiso con las comunidades, sobre todo cuando el 51,3% de la poblaciĆ³n de Queilen pertenece a Pueblos Originarios segĆŗn datos del Censo de 2017 del INE.
Desde que los ataques y amenazas han sido denunciados por la comunidad, aproximadamente desde el aƱo 2006 hasta la fecha, han realizado alrededor de 60 denuncias en fiscalĆa. Sin embargo, muchas de las causas terminan siendo archivadas y sin avanzar en las investigaciones.
Si bien, las integrantes de la comunidad seƱalan que han tenido apoyo de Carabineros, quienes realizan rondas preventivas en los hogares de quienes han sido atacadas, sienten que desde el sistema de justicia y las autoridades polĆticas no hay mucho interĆ©s en apoyarlas. Muchas causas han sido archivadas, las medidas de protecciĆ³n y cautelares que han emitido los tribunales no han aportado sustancialmente en la sensaciĆ³n de seguridad de la comunidad. Por esa razĆ³n es que piden que se tomen medidas al respecto, pues el avance de la deforestaciĆ³n por la tala ilegal y los problemas en los territorios ancestrales sigue siendo una realidad en la isla de ChiloĆ© y afecta a mĆ”s comunidades como lo hace con Cacique Pairo de Apeche.
Es necesario que el Estado de cuenta de este tipo de conflictos en los que las personas quedan a merced de lo que les pueda ocurrir y ante los cuales no existen muchas herramientas con las cuales puedan defenderse legalmente. Esta es una de las razones por las que como EscazĆŗ Ahora hacemos el llamado a las autoridades relacionadas al proceso de implementaciĆ³n del Acuerdo de EscazĆŗ que agilicen este proceso y cumplan con el compromiso de los ministerios de Justicia, Derechos Humanos y Medio Ambiente de levantar una plataforma de denuncia temprana ante este tipo de hechos de violencia en donde las personas y comunidades que desarrollen labores de defensa ambiental puedan pedir ayuda y sentir un poco de seguridad en la respuesta que les pueda dar el Estado.Ā